“La libertad es el alma de todo ser humano”
Cuando se derrumbó el muro de Berlín, en 1989, los partidarios del pensamiento democrático y los capitalistas, festejaron la muerte del comunismo y a la vez el nacimiento del pensamiento único. De igual manera, cuando el sistema económico y político de la ex URSS, se estranguló en sus propias fauces, los neoliberales, pudieron comprobar en cierta manera la teoría de Francis Fukuyama, del fin de la historia y del último hombre. La desintegración de la ex URSS, llevaba consigo la derrota y el descrédito de un sistema, que había convivido con el mundo y que había mantenido firme una esperanza de cambio en la lógica de la dialéctica marxista. A pesar de ello, los triunfadores entre comillas, no precisamente lograron imponer una sola ideología. Existe hoy en día una diversa variedad de menús y potajes. Desde la extrema derecha y la extrema izquierda, pasando por la socialdemocracia y la centro izquierda, el mundo político, no necesariamente tiene un mismo cauce.
En América Latina, después de la consolidación del pensamiento comunista, pudo emerger una ola socialista en la década de los 50 y 60, con S.Allende en Chile y con Fidel Castro en Cuba. La lucha ideológica del mundo bipolar entre el bloque capitalista y el bloque comunista, acabó por socavar los cimientos del establisment marxista. Allende fue derrotado y el único que pudo sobrevivir a la marea y vorágine de la lucha interideológica, fue Fidel en Cuba. Por cierto, con menos poder que antes, cuando recibía una amplio apoyo de la ex URSS. Luego devino el rechazo total de occidente, pero al mismo tiempo, la solidaridad del mundo intelectual, que coqueteaba con el pensamiento marxista. En ese orden, aparece el bloqueo económico, propiciado por los EE.UU y de alguna manera los disidentes de Cuba, que denunciaban la inexistencia de libertades. Fidel siempre representó, la última espada del comunismo y el fundamentalismo de la ultraizquierda en América Latina. Los cubanos en EE.UU, inclusive, lograron activar algunos mecanismo para publicitar el éxodo masivo de la isla. Cuba en este periodo vivió, de espaldas a la economía de mercado, la determinación de un salario mísero, la falta de democracia, la idolatración al líder, las carencias de un país con embargo, el establecimiento de una élite eterna y sin cambios profundos. Obviamente una perla, en la era Fidel es el avance en educación y salud. No entendió que la calidad de vida, pasa inexorablemente por la libertad humana.
Ahora, Fidel en el ocaso de su vigencia política, es reemplazado por su hermano Raúl, que para muchos, no tenía el liderazgo de su hermano Fidel y que no gozaba de credibilidad en los círculos políticos, por que a saber en Cuba, existen 3 grupos, los fundamentalistas, cercanos a Fidel, los partidarios de la transición democrática y liberal, y los precursores de la economía de libre mercado. A raíz de una enfermedad, Fidel ha tenido que abandonar su puesto de presidente, y en esa circunstancia es elegido Raúl Castro, como nuevo presidente, en una asamblea del partido comunista cubano. Las primeras acciones han sorprendido a tirios y troyanos: Una amplia libertad, para que los cubanos, puedan hospedarse en los hoteles de su país, compra y venta de computadoras, y venta de celulares, e inclusive se discute el posible matrimonio entre homosexuales. Lo cuál se comprueba que Raúl es mucho más liberal que Fidel, es diametralmente opuesto en términos económicos y mucho más pragmático, en términos políticos. ¿Es acaso, el liberalismo de Raúl, una forma de gobernabilidad implícita? ¿Una manera elegante de lanzar un mensaje, a aquellos que sostienen que en Cuba, no existe libertad? ¿Una especie de enrumbar el camino perdido?.
Cuando se derrumbó el muro de Berlín, en 1989, los partidarios del pensamiento democrático y los capitalistas, festejaron la muerte del comunismo y a la vez el nacimiento del pensamiento único. De igual manera, cuando el sistema económico y político de la ex URSS, se estranguló en sus propias fauces, los neoliberales, pudieron comprobar en cierta manera la teoría de Francis Fukuyama, del fin de la historia y del último hombre. La desintegración de la ex URSS, llevaba consigo la derrota y el descrédito de un sistema, que había convivido con el mundo y que había mantenido firme una esperanza de cambio en la lógica de la dialéctica marxista. A pesar de ello, los triunfadores entre comillas, no precisamente lograron imponer una sola ideología. Existe hoy en día una diversa variedad de menús y potajes. Desde la extrema derecha y la extrema izquierda, pasando por la socialdemocracia y la centro izquierda, el mundo político, no necesariamente tiene un mismo cauce.
En América Latina, después de la consolidación del pensamiento comunista, pudo emerger una ola socialista en la década de los 50 y 60, con S.Allende en Chile y con Fidel Castro en Cuba. La lucha ideológica del mundo bipolar entre el bloque capitalista y el bloque comunista, acabó por socavar los cimientos del establisment marxista. Allende fue derrotado y el único que pudo sobrevivir a la marea y vorágine de la lucha interideológica, fue Fidel en Cuba. Por cierto, con menos poder que antes, cuando recibía una amplio apoyo de la ex URSS. Luego devino el rechazo total de occidente, pero al mismo tiempo, la solidaridad del mundo intelectual, que coqueteaba con el pensamiento marxista. En ese orden, aparece el bloqueo económico, propiciado por los EE.UU y de alguna manera los disidentes de Cuba, que denunciaban la inexistencia de libertades. Fidel siempre representó, la última espada del comunismo y el fundamentalismo de la ultraizquierda en América Latina. Los cubanos en EE.UU, inclusive, lograron activar algunos mecanismo para publicitar el éxodo masivo de la isla. Cuba en este periodo vivió, de espaldas a la economía de mercado, la determinación de un salario mísero, la falta de democracia, la idolatración al líder, las carencias de un país con embargo, el establecimiento de una élite eterna y sin cambios profundos. Obviamente una perla, en la era Fidel es el avance en educación y salud. No entendió que la calidad de vida, pasa inexorablemente por la libertad humana.
Ahora, Fidel en el ocaso de su vigencia política, es reemplazado por su hermano Raúl, que para muchos, no tenía el liderazgo de su hermano Fidel y que no gozaba de credibilidad en los círculos políticos, por que a saber en Cuba, existen 3 grupos, los fundamentalistas, cercanos a Fidel, los partidarios de la transición democrática y liberal, y los precursores de la economía de libre mercado. A raíz de una enfermedad, Fidel ha tenido que abandonar su puesto de presidente, y en esa circunstancia es elegido Raúl Castro, como nuevo presidente, en una asamblea del partido comunista cubano. Las primeras acciones han sorprendido a tirios y troyanos: Una amplia libertad, para que los cubanos, puedan hospedarse en los hoteles de su país, compra y venta de computadoras, y venta de celulares, e inclusive se discute el posible matrimonio entre homosexuales. Lo cuál se comprueba que Raúl es mucho más liberal que Fidel, es diametralmente opuesto en términos económicos y mucho más pragmático, en términos políticos. ¿Es acaso, el liberalismo de Raúl, una forma de gobernabilidad implícita? ¿Una manera elegante de lanzar un mensaje, a aquellos que sostienen que en Cuba, no existe libertad? ¿Una especie de enrumbar el camino perdido?.
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