“Cuando la lucha de ideas y la dialéctica misma, entre los seres humanos rebasa todo proceso de entendimiento, entonces es casi inmediato pensar cómodamente en la guerra”
I.- Antecedente Histórico:
Los conflictos entre las naciones, las distensiones y amenazas de guerra, las provocaciones y protocolos, tienen en la historia miles de páginas escritas. Las guerras no solo son herramientas inmorales socialmente, sino que en cierta medida existen siempre en el vocabulario de los gobernantes democráticos y autoritarios. Indudablemente en las condiciones del modelo de las relaciones internacionales del siglo XXI, la diplomacia y la guerra son alternativas de solución a los conflictos armados. En América Latina, la cultura de guerra contribuyó a mantener, algunas rencillas o heridas entre pueblos que todavía no han cerrado. Los ejemplos son numerosos: conflicto entre Perú y Chile (Guerra del Pacífico), hostilidad latente y constante entre Perú y Ecuador, el problema mediterráneo de Bolivia y Chile, conflicto entre Uruguay y Paraguay, la guerra de las Islas Malvinas entre Argentina y Inglaterra. El vocablo guerra es más común, de lo que pensamos. América Latina es un continente con profundos diferendos territoriales y marítimos. Inclusive muchas naciones Sudamericanas hoy enfrentan juicios en el ámbito de la Corte Internacional de la Haya.
II.- Contexto Político:
La actual crisis diplomática entre los estados de Colombia, Ecuador y Venezuela, también denominado por algunos analistas como disputa en los andes, se tiene que analizar dentro de los parámetros y contextos políticos de la región. Existe una suerte de coexistencia política, en A.L , que tiene como protagonistas a tres bloques de distintas ideologías. Estos son los de izquierda entre ellos: Chávez, Evo Morales, Fidel Castro, Rafael Correa y Daniel Ortega. El proyecto tiene como objetivo fundamental la refundación del nuevo socialismo en A.L. El segundo bloque son los llamados Social Demócratas, para algunos izquierdistas Light. Entre los mencionados: Tabaré Vásquez, Lula, Bachelet y Alán García. Alvaro Uribe de Colombia, vendría ser un representante único de la ideología de derecha y además socio nato de los EE.UU.
III.- Proceso de Integración Regional.-
Cuan lejos está el ánimo que garantice una verdadera integración Latinoamericana, conflictos como el referido no hacen más que debilitar cualquier proceso de unidad. Cabe destacar también que los conflictos abren brechas que por lo general, profundizan las desigualdades económicas y políticas. Gran parte de países dependemos internacionalmente del mercado global para nuestros productos, debido a un famélico flujo comercial entre naciones hermanas. De allí la firma de los TLC. Chávez con su prosa socialista del siglo XXI, no encontró mejor forma de relanzar su alicaído proyecto que llamando a la unidad entorno a Ecuador. Lo cierto es que Colombia, por intermedio de su canciller, mandó una nota de disculpas por el impase generado y en el grupo de Rio se estrechó en un abrazo fraterno con su homólogo de Ecuador.
“Las guerras entre seres humanos es lo más estúpido y aberrante”
I.- Antecedente Histórico:
Los conflictos entre las naciones, las distensiones y amenazas de guerra, las provocaciones y protocolos, tienen en la historia miles de páginas escritas. Las guerras no solo son herramientas inmorales socialmente, sino que en cierta medida existen siempre en el vocabulario de los gobernantes democráticos y autoritarios. Indudablemente en las condiciones del modelo de las relaciones internacionales del siglo XXI, la diplomacia y la guerra son alternativas de solución a los conflictos armados. En América Latina, la cultura de guerra contribuyó a mantener, algunas rencillas o heridas entre pueblos que todavía no han cerrado. Los ejemplos son numerosos: conflicto entre Perú y Chile (Guerra del Pacífico), hostilidad latente y constante entre Perú y Ecuador, el problema mediterráneo de Bolivia y Chile, conflicto entre Uruguay y Paraguay, la guerra de las Islas Malvinas entre Argentina y Inglaterra. El vocablo guerra es más común, de lo que pensamos. América Latina es un continente con profundos diferendos territoriales y marítimos. Inclusive muchas naciones Sudamericanas hoy enfrentan juicios en el ámbito de la Corte Internacional de la Haya.
II.- Contexto Político:
La actual crisis diplomática entre los estados de Colombia, Ecuador y Venezuela, también denominado por algunos analistas como disputa en los andes, se tiene que analizar dentro de los parámetros y contextos políticos de la región. Existe una suerte de coexistencia política, en A.L , que tiene como protagonistas a tres bloques de distintas ideologías. Estos son los de izquierda entre ellos: Chávez, Evo Morales, Fidel Castro, Rafael Correa y Daniel Ortega. El proyecto tiene como objetivo fundamental la refundación del nuevo socialismo en A.L. El segundo bloque son los llamados Social Demócratas, para algunos izquierdistas Light. Entre los mencionados: Tabaré Vásquez, Lula, Bachelet y Alán García. Alvaro Uribe de Colombia, vendría ser un representante único de la ideología de derecha y además socio nato de los EE.UU.
III.- Proceso de Integración Regional.-
Cuan lejos está el ánimo que garantice una verdadera integración Latinoamericana, conflictos como el referido no hacen más que debilitar cualquier proceso de unidad. Cabe destacar también que los conflictos abren brechas que por lo general, profundizan las desigualdades económicas y políticas. Gran parte de países dependemos internacionalmente del mercado global para nuestros productos, debido a un famélico flujo comercial entre naciones hermanas. De allí la firma de los TLC. Chávez con su prosa socialista del siglo XXI, no encontró mejor forma de relanzar su alicaído proyecto que llamando a la unidad entorno a Ecuador. Lo cierto es que Colombia, por intermedio de su canciller, mandó una nota de disculpas por el impase generado y en el grupo de Rio se estrechó en un abrazo fraterno con su homólogo de Ecuador.
“Las guerras entre seres humanos es lo más estúpido y aberrante”
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