sábado, 8 de marzo de 2008

EL RINCÓN DE LOS POETAS CAÍDOS


Compañera
usted sabe
que puede
contar conmigo
no hasta dos
ni hasta diez
sino contar conmigo.
(Poema Hagamos un trato, de Mario Benedetti, Uruguay)


Yo que sentí
el horror de los espejos
No sólo ante el cristal
impenetrable
Donde acaba y empieza,
inhabitable,
un imposible espacio de reflejos
(Poema Los espejos de Jorge Luis Borges, Argentina)


Tendida en la madrugada,
la firme guitarra espera:
voz de profunda madera
desesperada.
Su clamorosa cintura,
en la que el pueblo suspira,
preñada de son,
estira la carne dura.
(Poema Guitarra, de Nicolás Guillén, Cuba)

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