viernes, 14 de marzo de 2008

ARGUEDAS Y SUS DEMONIOS QUECHUAS



José María Arguedas, debe ser uno de los pocos escritores peruanos extraños y facisnantes a la vez, en el largo camino de la literartura Peruana. Nacido en Andahuaylas, departamento de Apurimac, zona sureña del Perú en 1911- y fallecido en Lima 1969. Desde muy niño José María sufrió los embates de la vida. Quedó huerfano a la edad tierna. Sus años de niño, seguramente marcaron la evolución depresiva de su existencia adulta. Una madrasta y un hermanastro crueles, le confinaron a vivir con los indios de una hacienda de su propiedad. Arguedas no aprendió el castellano, sino hasta después de los 10 años. Esta convivencia con los indios, dejaron una huella abismal para su futura postura literaria. La corriente que emergió en su inspiración fué el indigenismo. Una escuela que intentaba revindicar al indigena de la larga postración que había sufrido luego del encuentro de los dos mundos. El coloniaje reflejado en todo tipo de explotación, obrajes, mitas, etc, relegaron a los indios a una condición de parias sociales. En sus diversas obras, está presente el eterno conflicto del mundo occidental con el mágico mundo andino. Ese es el caso de Yawar Fiesta. José María es el escritor bilingue cuya presencia fractura a la línea recta de la literatura quechua.

Conjuntamente a su buena fibra para la redacción, coexiste en Arguedas el afán suicida. Más aún después del debate público con el escritor Argentino Córtazar, de quién recibió la denominación de escritor provinciano. Su obra es también una lucha interna entre la vida y la muerte.

Aquí un fragmento de una carta en donde se nota su afán incontrolable por la muerte:
"He luchado contra la muerte o creo haber luchado contra la muerte, muy de frente, escribiendo este entrecortado y quejoso relato. Yo tenía pocos y débiles aliados, inseguros; los de ella han vencido. Son fuertes y estaban bien resguardados por mi propia carne. Este desigual relato es imagen de la desigual pelea".


Biblioteca Arguediana:
"Agua", "Diamantes y Pedernales", "Los ríos Profundos", "El Sexto", "Yawar Fiesta", "El zorro de arriba y de abajo"
Acontinuación un brevísimo texto de: " Ríos Profundos";
" El canto del zumbayllu se internaba en el oído, avivaba en la memoria la imagen de los ríos, de los árboles negros que cuelgan en las paredes de los abismos.-¡Zumbaylllu, zumbayllu! Repetí muchas veces el nombre, mientras oía el zumbido del trompo. Era como un coro de grandes tankayllus fijos en un sitio, prisioneros sobre el polvo. Y causaba alegría repetir esta palabra, tan semejante al nombre de los dulces insectos que desaparecían cantando en la luz. "



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